Sublime

Señor don Blas, from what book did you take this text? From the theater of human life, which is where I read. —Ramón de la Cruz

María Cristina, nacida en 1915, pertenecía a una de las llamadas «catorce familias» de El Salvador; había estudiado en los Estados Unidos, en el Notre Dame de Namur College, en Belmont, California, hablaba inglés y francés, y habría seguido una carrera universitaria si se lo hubieran permitido, pero no la dejaron, pues, según los prejuicios de la é

Sir Godwin’s rudeness towards her and utter want of feeling ranged him with Dover and all other creditors – disagreeable people who only thought of themselves, and did not mind how annoying they were to her. Even her father was unkind, and might have done more for them. In fact there was but one person in Rosamond’s world whom she did not regard as

“But your name isn’t Carlos,” I say. “Carlos is the name I have given my name,” he says. “You seem like a Carlos,” I say.

Odilia Palomo de Castillo Armas posaba de muy católica y tenía el apoyo del arzobispo y los curas, que ahora lo controlaban todo. La tal Odilia era una fierecilla. Defendía con uñas y dientes los que creía sus derechos. Martita se rio con la cara pegada contra la almohada de plumas. Había una guerra civil por aquello en Guatemala entre los partidar