Encantado de conocerme (edición ampliada): Comprende tu personalidad a través del Eneagrama (Spanish Edition)

El ego no es bueno ni malo. No hay que demonizarlo.

Cuando nos sentimos avergonzados, inseguros u ofendidos. Cuando vivimos de forma inconsciente, con el piloto automático puesto, casi sin darnos cuenta.

Del mismo modo que sabemos cuándo estamos enamorados, sabemos perfectamente cuándo estamos en contacto con el ser.

Cuanto más conscientes somos de nosotros mismos, más luz hay en nuestra vida. Y cuanta más luz, más paz interior y más capacidad de comprender y aceptar los acontecimientos externos, que escapan a nuestro control.

Fruto de ese reencuentro con lo que somos verdaderamente, surge dentro de nosotros la paz interior que siempre hemos estado buscando fuera. A este estado natural de conexión con el ser también se lo conoce como «felicidad».

El ego

El ego y el ser son como la oscuridad y la luz que conviven en una misma habitación. El interruptor que enciende y apaga cada uno de estos dos estados es nuestra consciencia.

Entre otras cualidades innatas, el ser nos acerca a la responsabilidad, la libertad, la confianza, la autenticidad, el altruismo, la proactividad y la sabiduría, posibilitando que nos convirtamos en la mejor versión

Así, estamos identificados con el ego cuando estamos muy tensos,