El cambio más significativo se produce a nivel de actitud. Y para que tu actitud cambie es preciso controlar primero muchos otros aspectos, en su mayor parte operativos, que faciliten la llegada del entorno adecuado para que eso se produzca.

Para alcanzar la máxima productividad y calma emocional, se deben practicar tres hábitos.

Los hábitos sencillos que necesitas integrar en tu vida para facilitar que todo esto ocurra son los siguientes: